La historia se repite (León, tierra de cazurros)
O también de
hidalgos, como los del Lazarillo de Tormes, los que hacen muchas promesas que
luego no cumplen o aún peor, que se creen hidalgos, un buen título nobiliario,
pero no tienen donde caerse muertos (o qué comer como el hidalgo del Lazarillo,
aunque ahora no sueltan la escusa del hidalgo de que para vivir mucho hay que
comer poco;… algunos vivirían eternamente; ahora son más “guays”, no se ponen
aguamanos ni espadas en el talabarte, ahora van con sus motos y 4x4 de mierda),
pero eso sí, cualquiera que les vea no pueden sospechar eso, ante todo las
apariencias, y en eso somos los mejores. Aquí muchos se creen “el marqués de
Babia”, “el conde de Valdeón” o “el duque del Bierzo”,…
Qué, algunos
empezaréis a pensar, ¿de qué coños está hablando este tío o por dónde van los
tiros? Tendré que consultarlo en mi blog, pero creo que fue el año pasado ya
escribí algo al respecto y por eso digo que la historia se repite, pero con
nocturnidad y alevosía. Otra vez vuelve el deporte nacional: La estupidez
humana, el daño por diversión. Me pregunto si en otras provincias ocurre lo
mismo. Me imagino que alguno habrá. Pero, ¿llegarán al nivel que tenemos aquí?
Lo dudo.
Todos los inviernos la
historia se repite, cada vez hay más tontos,…cuando un tonto sigue una linde,
la linde se acaba y el tonto sigue. Este año ha nevado más que otros años y,
como las setas, han germinado más tontos. No subidos en Rocinantes, sino más
bien en Rucios en forma de Yamahas, Hondas, Range Rovers, Suzukis,…(con todos
los respetos para el pobre Rucio). No tengo nada en contra de motos, 4x4,
quads,…siempre y cuando no se extralimiten, vayan como deben ir y no pasen a hacer el ganso. Pero parece ser que
vehículo todo terreno y educación son incompatibles. Si, si, hay excepciones y
yo me he encontrado con ellas estos días, pero son excepciones. Lo que he visto
son una mayoría destrozando caminos y campos. Y qué curioso, parece que sólo
aparecen cuando nieva, como los caracoles cuando sale el sol, pero estos al
revés. Mira que llevo años y años entrenando por estos montes y he hecho miles
de kilómetros y me conozco hasta las piedras, pero estos tontos sólo aparecen
cuando nieva o llueve, justo cuando más pueden joder los caminos y no, no van
tranquilos, disfrutando del paisaje,…sino escarbando y derrapando,…hay caminos
que tienen ya más carriles que la M30. Os aseguro que cuando entreno a finales
de primavera, verano o el otoño no veo prácticamente a ninguno, se me hace muy
raro ver a alguno, pero amigo, cuando
nieva, la cosa cambia.
Lo que muchos de
estos tontos no saben es muchos de esos caminos son usados por agricultores o
ganaderos. En mi pueblo, para ir a buscar la leña al monte hay que subir por
caminos con cierta inclinación, que gracias a estos “rucios” quedan imposibles
de transitar, por lo que hay que arreglarlos, al igual que en otros muchos
sitios.
Como “curiosidades”,
dos ejemplos. Algunos “simpáticos” 4x4 (cuidadín con la broma del Angliru:16J) estuvieron derrapando en el campo de fútbol
de Boñar (independientemente que a mí el fútbol me la refanfinfla), dejándolo
inservible, lo que no es de recibo. Os podría mostrar muchas fotos, pero os voy
a dejar un video:
En este video se ven
a los “rucios” pasando por un faedo.
Este video, con una carta, ha sido enviado a Medio Ambiente,…largaaaa es
la esperaaaa.. habrá que enviársela a Evole!!!
Y ¿qué hacen
nuestros políticos? Se me acaba de atragantar un cacahuete. Pues esto es a lo
que hace alusión el titular del artículo.
Y para el que quiera
saber más les dejo este otro artículo de mi querido León y sus
administraciones, lo mucho que “trabajan” por nosotros:
León (casi) desaparece del mapa
Hartazgo de errores. Busdongo
en Burgos, Arbas del Puerto en Asturias, el puente Fernández Casado de la AP-66
como icono del Principado, las Médulas en Asturias, Valdeón en Cantabria
(adjunto foto),....etc, etc
... Y a la gente de León, castellana. La
proliferación de errores con la geografía y el territorio leonés se han
disparado y disparatado. Muchas voces dicen que no es casualidad..
Como si León hubiera desaparecido del mapa. O casi. Lo que
empezó en una larga y cansada polémica por la apropiación que hace Asturias de
Picos de Europa cuando se trata de territorios leoneses, se ha extendido como
un sarpullido.
La frontera entre Asturias y León ya no es el Negrón, donde
están los carteles oficiales. El puente Fernández Casado, en la AP-66, se ha
convertido en un símbolo del Principado y se usó estos días para ilustrar la
información de la Asturias helada. La AP-66, entre León y Campomanes, es
llamada autopista del Huerna y la comunicación de Asturias no es con León sino
con la Meseta. «Es como si dijéramos que León tiene rotas las comunicaciones
con el mar», alega Fernando Cano Población, un boñarense que lleva años
‘coleccionando’ postales con paisajes leoneses que aparecen situados en
Asturias.
Está indignado. Los ha repartido a políticos leonesistas de
unas y otras siglas, al servicio de Turismo de la Diputación. Pero nada... De
la letra impresa se ha pasado a los rótulos de los telediarios, especialmente
en la información meteorológica, y a la ausencia en las aplicaciones de
localización. Los días de nieve, que atraen como imanes a las montañas a las
teles, han situado a Arbas del Puerto y Busdongo, dos pueblos leoneses
separados por 3,9 kilómetros de distancia, del municipio de Villamanín, a más
de 200 kilómetros, al ubicar al primero en Asturias y el segundo nada menos que
en Burgos.
«Tanta confusión no es gratuita ni casual», asegura Alicia
Valmaseda. El problema, añade, es que «ningún político defiende la
territorialidad leonesa y se puede decir impunemente cualquier cosa». O dicho,
gráficamente, «cuando un león está herido todo el mundo le da zarpazos»,
concluye la coordinadora de ComunidadLeonesa.Es.
Es otra de las ciudadanas que no se cansa de escribir y
hacer pedagogía con el territorio leonés. Con poco éxito. La última carta la
remitió a Televisión Española tras argumentar la cadena pública que llamar
castellanos a los leoneses es una «técnica narrativa». «No nos encontramos ante
una equivocación sino ante una manipulación consciente y programada cuyos motivos
no alcanzamos a comprender», afirma en la misiva.
«León existe», recalca. Para quienes lo ignoran, recuerda
que el segundo cuartel del escudo de España está ocupado por un león. «El
problema es que León no ruge», sentencia.
«Geográficamente, León no es difícil de identificar, pero
hay cosas que han calado en el argot y son imposibles de desmontar», señala
José Cortizo, director del Departamento de Geografía de la Universidad de León.
Pone como ejemplo, la acepción «cornisa cantábrica», tan usual, «es un
abstracto, geográficamente no tiene sentido y ahí lo tenemos», añade. La
banalización y la falta de preocupación por contrastar la información son
algunas de las razones que arguye el profesor de Geografía de la Universidad de
León, José Cortizo, para explicar las meteduras de pata con el territorio
leonés y otras muchas que ha detectado a lo largo del tiempo. Los mapas de la
información meteorológica son otro ejemplo de imprecisión y falta de rigor en
la era de los satélites. «León ya ni aparece y Pamplona lo sitúan al lado de
Valladolid», indica.
Apunta el profesor a razones más altas. La desidia de la
administración y en particular de la Junta de Castilla y León que en sus
propias guías adolece del rigor debido. Poner a Picos de Europa en la zona de
La Magdalena o seguir sin señalizar las reservas de la Biosfera o parques
naturales de León mientras el Principado de Asturias se adelanta y coloca una
señal al Parque de Somiedo en la salida de la AP-66 por Villablino, como ocurre
desde noviembre, son ejemplos palmarios.
«Si no señalizamos, informamos, no valoramos lo suficiente.
Hoy día ya no vale aquel dicho de que el buen paño en el arca se vende y además
hay que darle un valor de cara a la población que reside en estas ‘reservas’»,
subraya.
El procurador leonesista Luis Mariano Santos ha recogido el
guante de la reivindicación lanzada desde la Asociación Montaña de Babia y Luna
para que se señalicen estos espacios. «Que se anuncie una reserva asturiana en
la salida que es también el acceso a las reservas de Babia, Alto Bernesga y los
Argüellos y Omaña-Luna debería avergonzar a los gobernantes y a todos los
leoneses», asegura el portavoz de la asociación, que tiene intención de hacer
una acción reivindicativa (yo esto lo dudo mucho de estos políticos, incluidos
los políticos leonesistas,…y a la historia me remito)
La falta de señalización es «pérdida de PIB y abandono de
los pueblos» y se suma a otras carencias como la ausencia total de las reservas
y parques leoneses en aplicaciones de uso corriente como Google Maps y Apple
Maps, denuncia la misma asociación.
En definitiva, hace más difusión un hostelero de Huergas de
Babia, Pepe Moriscal, con las fotos que publica a diario en Facebook que todas
las administraciones juntas, que hasta «se resisten a señalizar la carretera
autonómica de San Emiliano a Pinos» o miran para otro lado en el alto de la
Farrapona mientras Asturias la tiene niquelada y con todo tipo de servicios.
Luis Mariano Santos suma a la lista de errores comunes con
lo leonés que la Denominación de Origen de los vinos Tierra de León sea
atribuida muchas veces a Valladolid y a Sahagún, indubitada villa terracampina,
sea identificada con la estepa castellana.
Para el político leonesista el desaguisado es fruto de los
35 años que «llevamos ninguneados y perdiendo identidad» por la política de la
Junta de Castilla y León. «Es una forma perfectamente estudiada por los
diferentes gobiernos del PP para que León pierda su identidad porque es lo
único que les impide crear esa identidad artificial de lo ‘castellanoleonés’»,
apostilla.
Añade Santos un factor económico «sangrante» en el caso de
Picos de Europa. «Durante muchos años se ha desviado la entrada de visitantes
por Asturias o Cantabria y se ha desarrollado Potes y Cangas, y de la parte de
León nadie gastó un duro pese a que es la que más población y territorio
tiene», concluye. La UPL (ya veremos) prepara un protocolo para que las
instituciones de León para evitar el desastre. Que León desaparezca del mapa
definitivamente.
Nunc est bibendum
Somos la capital
gastronómica de España,…¡¡¡qué bien!!!
El futuro ya está aquí y tenía razón aquel replicante de
Blade Runner: estamos viendo cosas que no creeríais. Muchos jamás imaginamos
que llegaría el día en que alguna ciudad pudiera vanagloriarse por tener más
bares por habitante que ninguna otra. León sí. León ensalza tal hazaña en el
vídeo promocional de la capitalidad gastronómica. Con un par (de copas). «¿A
quién no sorprende y maravilla/ esta máquina insigne, esta riqueza?», por citar
otro clásico.
Este año que apenas arrancó nos augura hartazgos de ditirambos cárnicos, y, tal vez, alguno piscícola. A la inefable expresión «desafío soberanista» le sucederá, bien que localmente, la no menos admirable «buen yantar» y todas sus variantes, castizas, casposas y mediopensionistas. Lo pícnico se impone como forma de pensamiento y como forma de panzamiento.
Con el ánimo puesto en superar a Huelva o a Burgos –asequible intención pues antes pocos oyeron hablar de tan nutritivas plazas– nuestro ordoñudo ayuntamiento saca tripa a la mínima oportunidad aludiendo a la gran unanimidad y aplauso social y hasta ciudadano que la rolliza efeméride ha despertado en el otrora lánguido y escéptico leonés, churro o merino. A algunos las unanimidades no solo nos amedrentan, sino que nos dan que temer: «Y el que dijere lo contrario, miente», sigue aquel.
Todo esto de la capitalidad culinaria suena conocido y cocido. Suena a la capitalidad de la literatura infantil, con aquel despliegue de carpas, citas ineludibles y eventos esfumados como humo de papel de periódico. Suena a la ciudad literaria, al milenarismo romano o medievalizante, a la coña parlamentaria o a la farsa copona… a una ciudad instalada en un quiero y no puedo por inventarse ceremonias y acontecimientos cada año, a ver si uno cuela, que no es el caso. Suena e indigesta bastante. Porque la procesión de Gargantúa ha comenzado con su abundamiento de trajeadas comitivas y sonrisillas acecinadas paradas donde hubiere cámara con flash, sus arengas a dos carrillos, sus folletos de mucha guarnición y colorante, sus quiosquetes y burladeros de sobremesa y su pizpireta mascotilla grotesca (ese canuto de papel higiénico con cucharón…).
Y acabo por barruntar (los de poco comer somos de recelar) que el fiesteo tragaldabas acabará por aprovechar a los de siempre. Esos que tienen ronda cara y a la hora de pagar van al lavabo. Dicen que decía Rabelais, que de pantagrueles sabía algo: «deudas y mentiras andan, de ordinario, barajadas juntas». Y en este motor inmóvil de España que es Región (sea en homenaje no tanto a Benet como a don Tomás Hoyas), a León, ciudad empeñada donde las haya, le ha tocado ser capital de mentirijillas, solo de las cosas de comer, con las que por supuesto que se juega. Casi no ha empezado el festín y ya da pesadez de estómago. Se anhela esa siesta del final, estrambote en que, incontinente, «fuese y no hubo nada».
Este año que apenas arrancó nos augura hartazgos de ditirambos cárnicos, y, tal vez, alguno piscícola. A la inefable expresión «desafío soberanista» le sucederá, bien que localmente, la no menos admirable «buen yantar» y todas sus variantes, castizas, casposas y mediopensionistas. Lo pícnico se impone como forma de pensamiento y como forma de panzamiento.
Con el ánimo puesto en superar a Huelva o a Burgos –asequible intención pues antes pocos oyeron hablar de tan nutritivas plazas– nuestro ordoñudo ayuntamiento saca tripa a la mínima oportunidad aludiendo a la gran unanimidad y aplauso social y hasta ciudadano que la rolliza efeméride ha despertado en el otrora lánguido y escéptico leonés, churro o merino. A algunos las unanimidades no solo nos amedrentan, sino que nos dan que temer: «Y el que dijere lo contrario, miente», sigue aquel.
Todo esto de la capitalidad culinaria suena conocido y cocido. Suena a la capitalidad de la literatura infantil, con aquel despliegue de carpas, citas ineludibles y eventos esfumados como humo de papel de periódico. Suena a la ciudad literaria, al milenarismo romano o medievalizante, a la coña parlamentaria o a la farsa copona… a una ciudad instalada en un quiero y no puedo por inventarse ceremonias y acontecimientos cada año, a ver si uno cuela, que no es el caso. Suena e indigesta bastante. Porque la procesión de Gargantúa ha comenzado con su abundamiento de trajeadas comitivas y sonrisillas acecinadas paradas donde hubiere cámara con flash, sus arengas a dos carrillos, sus folletos de mucha guarnición y colorante, sus quiosquetes y burladeros de sobremesa y su pizpireta mascotilla grotesca (ese canuto de papel higiénico con cucharón…).
Y acabo por barruntar (los de poco comer somos de recelar) que el fiesteo tragaldabas acabará por aprovechar a los de siempre. Esos que tienen ronda cara y a la hora de pagar van al lavabo. Dicen que decía Rabelais, que de pantagrueles sabía algo: «deudas y mentiras andan, de ordinario, barajadas juntas». Y en este motor inmóvil de España que es Región (sea en homenaje no tanto a Benet como a don Tomás Hoyas), a León, ciudad empeñada donde las haya, le ha tocado ser capital de mentirijillas, solo de las cosas de comer, con las que por supuesto que se juega. Casi no ha empezado el festín y ya da pesadez de estómago. Se anhela esa siesta del final, estrambote en que, incontinente, «fuese y no hubo nada».
Ah, y también
somos la cuna del parlamentarismo
Hace 830 años, en
la primavera de 1188, en el claustro de la Basílica de San Isidoro de León, durante el reinado de Alfonso IX, se
celebraron las primeras Cortes, reconocidas por la Unesco como «cuna del parlamentarismo»
Vamos, que el 23 de enero hicimos venir al mismísimo Rajoy a
que rectificara de sus declaraciones (había dicho que la cuna fue Inglaterra,…
pero qué se habrán creído esos ingleses…). Es que los leoneses somos muuuu
malos cuando nos enfadamos.
Pues sí, todo esto ha creado miles de puestos de trabajo,…ah
que no, que me he equivocado de provincia, que somos la segunda provincia de España
que más población ha perdido. No me lo puedo creer, pero si tenemos la mejor
comida del mundo mundial y somos la cuna casi, casi de la democracia (malditos
griegos…y chorizos ingleses)
En fin, a León, nos pasa como a muchos países de Africa o de
Sudamérica. Somos una tierra rica y fértil, con una biodiversidad única, pero
en manos de incompetentes o lameculos. Se cierran las minas de carbón, pero se
podrían aprovechar para extraer lo que llaman el material del futuro, el
grafeno. Vamos hombre, ni hablar que igual se nos independizan estos cazurros.
Y además os vamos a quitar la mayor parte del agua que tenéis, que tenéis mucha
y sois pocos. Así que se han puesto a hacer un agujero en Pajares (León) y este
ha sido el resultado:
Pérdida actual de agua por la variante de Pajares:
- 300 litros por segundo.
- 1.080.000 litros por hora.
- 25.920.000 litros al día.
- 9.460.800.000 litros al año. (!!!!!!!!)
- 300 litros por segundo.
- 1.080.000 litros por hora.
- 25.920.000 litros al día.
- 9.460.800.000 litros al año. (!!!!!!!!)
Para los de letras como yo que no sabemos ni leer ese último
número, una imagen gráfica: una botella de litro y medio de agua mide unos diez
centímetros de base, diez botellas harían un metro y 10000 botellas un
kilómetro.
Cada día se pierde una fila de botellas de agua de 1728 Km, prácticamente de Gijón a Cádiz ida y vuelta.
CADA DÍA.
La obra lleva, inacabada, 17 años.
Cada día se pierde una fila de botellas de agua de 1728 Km, prácticamente de Gijón a Cádiz ida y vuelta.
CADA DÍA.
La obra lleva, inacabada, 17 años.
Por cierto, y esto es completamente cierto (valga la
redundancia), no sé cómo se llama el alcalde de León; sé que le llaman
“risitas”, quizás sea por eso que estamos como estamos.
Es posible que haya una segunda parte, sino aplican alguna
ley de esas que sacan, cuando alguien les toca las partes
nobles, y termine en Mansilla (para los que no lo sepan, es la cárcel de León).
Por cierto, ¿alguien podría decirle a los periodistas que lo
del frío polar y la nieve se llama INVIERNO y que estamos en FEBRERO?. Gracias.
Eso es todo amigos, voy a seguir escuchando al Reno Renardo.
Salva, se puede decir mas alto, pero no mas claro. Cuando se quieran tomar medidas será tarde (como casi siempre), Un abrazo. Luis Angel
ResponderEliminarHola Salva, te había seguido por tus hazañas deportivas que han servido de inspiración a este humilde aficionado en eso del trotar por la montaña (en mi exilio madrileño, como tantos cazurros); pero ahora, por casualidad, te descubro como concienciado leonesista y me gusta más que tus exitos con la zapatilla. Me ha sorprendido gratamente descubrir estos artículos en tu blog y te animo a continuar. Qué pena da León viéndolo desde la diáspora. Qué pena damos los leoneses.....un abrazo Salva y ánimo!!!
ResponderEliminarP.d.: estoy hasta el "peo" de asturianos brabucones y falampos que se dedican sin rubor a robarnos todo aquello que merece la pena, como bien señalas en tu artículo. Yo es que cada vez que les escucho lo de: "del puerto para allá tierra conquistada", se me abren las carnes y se me hincha la vena. Por donde te muevas por madrid, te encuentras el cartelito publicitario con la frasecita de marras "asturias paraíso natural, "vuelve al paraíso". Saben venderse y León ni sabe, ni quieren.
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