¡Levantad, Tribus montañeras! Regresa
el último Botas Negras
Dedicado,
sin acritud, a las personas, organismos y gestores de Medio Ambiente.
"Esto es una versión personalizada de un buen artículo recibido hace un tiempo"
¡Jaou! Hoy os hablo a vosotros,
protectores del medio. Mi palabra busca el corazón gris que mis ojos ven en
vuestra alma. Mi piel, curtida por mil montañas, cuenta por muchas lunas los
reflejos plateados en mis sienes, al igual que la escarcha sobre el romero al
despuntar la mañana. Mis ojos han visto nacer el esperado día en campos
primaverales y también en los oscuros balcones rocosos donde el águila anida.
Como el oso, hiberné bajo el alto manto nivoso y aguardé en silencio al
brillante astro que calienta el día, buscando el regreso a la vida. Mi sangre,
generosa, ha pintado durante muchos lustros la Cordillera Cantábrica, hasta
teñirla roja. Tantas han sido las pieles rotas que otrora cubrieron mis pies,
que mis fuerzas ya vienen a menos, mientras mis otoños aumentan. Entenderás,
que no me asusten vuestras “amenazas”.
Pero
hoy mi corazón está triste. Mi espíritu forjado en nobles luchas, se siente
acosado por un “séptimo de caballería” que no respeta más ideas que el vil
metal y el “sí bwana”. Hace unos años se puso en contacto conmigo un alcalde de
una comarca leonesa, Valdeón, para intentar dinamizar la zona de un valle que
se muere. ¡Ya sabes! Es esa historia del sustento, la casa, los hijos (quien
los tenga)... y para colmo el paro (para quien, por desgracia, lo padezca). ¡En
fin! no me quejo, pues aun así, “Manitú” me ha permitido sentir la nobleza
rocosa, y acariciar algodones sobre el azul de las alturas a lo largo y ancho
de sus vastos dominios.
Aún así, el año pasado, en compañía de un par
de amigos, decidimos aportar nuestro granito de arena. Y sumándonos a esta moda
de correr por el monte nos aventuramos a organizar una nueva prueba en este
hermoso valle rodeado de espectaculares montañas como son los Picos de Europa.
Organizar una carrera...en un Parque
Nacional…ya os podéis imaginar la burocracia y las trabas que eso supone…pelar
con el “Gran Jefe Blanco”. Pero después de luchas y peleas y, nunca mejor
dicho, a la carrera, lo conseguimos y resultó ser un éxito rotundo totalmente
inesperado que superó todas nuestras expectativas (Cero basura en todo el
recorrido, ejemplar)
Señores
legisladores, gestores y políticos, distingan a quienes respetamos la
naturaleza de los que no lo hacen. Que se llame “guarros“, a los que convierten
en un basurero el lugar donde han comido, o “pirómanos criminales” a los
salvajes incendiarios. O, acuñemos nuevas definiciones como “dominguarros”. Os
aseguro que LOS
MONTAÑEROS (EN TODAS SUS ESPECIALIDADES), que tenemos cuidado
con nuestro entorno, nunca nos sentiremos aludidos.
Pero a lo que voy. Este año, después del éxito
del anterior, decidimos hacer algunos cambios. Vaya por delante, que a pesar de
ampliar el cupo de corredores a 250 (frente a los 150 del año pasado), nuestra
sorpresa fue que en menos de 24 horas se cubrieron todas las plazas. También
decidimos cambiar un poco (muy poco) el recorrido por diversas razones.
Cambiamos la salida, subiendo un camino para enlazar a una senda y bajar de
nuevo al camino (total: 1km más aprox.). El motivo era estirar el grupo antes
de entrar en la rienda de Asotín, pues es un paso estrecho, tallado en roca y
con fuerte caída a la derecha. Y cambiamos los últimos cinco kilómetros porque
iban todos por una pista y para no hacerlo tan monótono la intercalamos con
subidas y bajadas por sendas ya existentes. Todo iba perfectamente…hasta que el
Parque se enteró y la respuesta fue tajante: ni hablar, totalmente prohibido;
no se puede salir de la pista y eso de 250 corredores, ya veremos…
Y tú te quedas alucinando en colores. El
“Gran Jefe Blanco” ha hablado. ¿Con quién coño lo habrá consultado? O es que
esa noche su mujer no le dejó…(o su marido, que no sé si es Jefe o Jefa).
Pero, ojo, no creáis que la cosa acaba
aquí. Vamos a seguir alucinando. Resulta que en el Parque Nacional se hacen,
calculadas a ojo, otras ocho carreras (sin contar las de esquí de travesía), algunas
con un cupo de cuatrocientos corredores, más otros cuatrocientos, porque hacen
dos el mismo fin de semana, una larga y otra corta. Pero es que además pasan
por sendas (y sin sendas) por el mismo corazón de Picos (y ojo, no me refiero
sólo a la Travesera). Pero ahora viene lo bueno y lo que está empezando a
levantar unas sospechas, que yo, hasta ahora, creía infundadas, pero que me
están mosqueando y empezando a pensar mal. Resulta que todas, TODAS, esas
carreras se hacen en Asturias y en Cantabria. En León, SOLO tenemos una, sólo
una. A ver si no me he enterado y resulta que hay tres parques nacionales en
Picos de Europa y se aplican diferentes leyes y criterios. Porque vamos a hacer
un poco de memoria: la subida de Sotres a Pandébano por pista de tierra está
siendo utilizada por todo tipo de vehículos sin ningún tipo de prohibición, la
pista de Espinama,…. Pero intenta subir del puerto de Pandetrave a Remoña por
la pista: multazo al canto, hasta el año pasado, porque parece que este año ya
lo han permitido, pero hasta este año ni hablar. Yo no opino si se debería o no
se debería, yo digo que si se permite en unas provincias y en otras no (todas
incluidas en el mismo Parque), pues no lo entiendo.
Y aún hay más. Pedimos el permiso al Parque
para realizar la prueba el mes de marzo (sí, sí como lo oís, en marzo) y sabéis
cuando nos lo concedieron…tres días antes de la carrera, es decir, el 27 de
agosto. Y resulta que te enteras que en otras carreras por el Parque en poco
más de un mes lo tienen concedido.
Sigamos, que aún hay más. ¿Habéis visitado
Cangas y los pueblos de alrededor, y los que suben a Covadonga? ¿Y el concejo
de Cabrales? ¿Y de Potes a Fuente Dé y todo el valle de Liébana? Impresiona
verdad. La cantidad de establecimientos, comercios, ofertas de actividades
culturales, gastronómicas y deportivas que tiene, incluidos los pequeños
pueblos (y como están de cuidados y embellecidos estos pueblos!!!). Y los
accesos, la carretera que los une. Vamos, que te permite circular con
facilidad.
Y ahora vamos al valle de Valdeón.
¡¡¡Cielos, me ha cambiado de repente el semblante!!!. El “Gran Jefe” se ha
olvidado de nosotros. O quizás somos nosotros los que lo permitimos. De Posada
a Caín solo pueden circular un coche y una bicicleta y en algunos tramos ni
eso. Hace unos días me comentaron que una persona pidió un permiso para una
actividad (no recuerdo ahora exactamente que tipo, pero puedo preguntarlo de
nuevo) y tardaron en dárselo…siete años (sí, como lo oís, siete años). Intentas
aportar algo al valle y todo son trabas. Habrá alguna “Mano Negra” detrás que
no quiera que esto resucite.
Y piensas: "a ver, si se crean infraestructuras por León, el turismo nacional entraría mayoritariamente por León, pues es lógico que utilicen el camino más corto y rápido, y claro, eso restaría negocio a lo ya establecido, así que piensas que esto no es más que política barata e intereses rastreros"
Este “botas negras” ha recorrido más de
setenta países, he recorrido sus montañas y valles y os puedo asegurar, que en
ningún sitio, absolutamente en ninguno he visto lo que he visto aquí. Acabo de
llegar de Canadá. Hice más de 260 km de la Apalachian Trail y sendas
adyacentes. Todo perfectamente marcado. Y os aseguro que hay tramos difíciles y
duros. En todo el recorrido no encontré ni un solo papel, ni una botella, ni
nada en el suelo. Había tramos con cientos y cientos de montañeros o
senderistas y otros donde no había absolutamente nadie. Hablé con el director
del Parque Nacional y allí permiten pruebas con cientos de deportistas y hay
especies protegidas y peligrosas (es que me viene a la cabeza de una prueba
aquí con osos y no puedo evitar la risa floja, será que los osos españoles son
gays (con todos mis respetos, comentario en tono jocoso con guardas de Canadá).
La
actual aplicación de la Ley es negativa, pues lo que parecía bueno no lo está
siendo, por causa de una nefasta actuación medioambiental creando un parque
que, DESPUES DE
TANTOS AÑOS sigue sin normas con sentido común y sin el
necesario Consejo
de Participación donde, por Ley, tenemos una voz que se nos está robando,
para seguir “campando a las anchas”. ¿Cuánto tiempo más, hace falta para que la
Consejería empiece a
trabajar ¡de una maldita vez!? (Disculpen, este indio ya estar
cabreado), y dejéis de prohibir, cuando olvidáis educar, para luego meter en el
mismo saco de las restricciones a todos (menos a los que van armados y tienen
llaves), sin tener en cuenta que los que practicamos deportes en contacto con
la naturaleza, ya estábamos aquí cuidando de ella, ¡sin aspavientos!;
respetándola y amándola, mucho antes que vuestras leyes y sus prevaricadoras
aplicaciones vinieran. Unas leyes que se me antojan sentenciadas bajo la
influencia de desmemoriados movimientos ecologistas, más o menos chillones,
panfletarios y politizados que no tuvieron en cuenta, que en cuestiones de
respeto a la montaña, mi “tribu montañera”, lo quieran o no, somos sus padres,
metafórica y filosóficamente hablando, a la vez que personalmente actuando.
Y he
aquí... que ahora el padre no puede deambular libremente por los territorios
que desde hace más de medio siglo son su propia casa, antes incluso de existir
ICONA o sucedáneos. ¡Qué curioso! Los que defienden el hábitat natural y no
natural de todas las especies vivientes, __que ya “manda
huevos” __ cogen a los “Sioux de la Montaña”, pretenden
cargarse su cultura con más de “tropecientos” años de historia, e intentan
meterlos en sus “reservas”; eso sí, dotadas con banquitos y mesitas, papeleras,
otras justificaciones presupuestarias y parrillas para cocinar, entre olores de
basuras que sólo de tarde en tarde se retiran… ¡Qué bien, ¿No?! ¡Adiós al espíritu aventurero!, ¡Hasta nunca,
fuego de campamento!, Adiós al sueño bajo la luz de las estrellas...
Y...
¿Luego qué...? ¡”El sioux de las cumbres” ha muerto! ¡Vivan sus hijos “los
Verdes”, los “escopeteros” y sus aliados”!... Ojalá consigan un mundo mejor,
aunque lo dudo.
Pero esto no es todo amigos. Al Parque también
le gusta invertir en causas perdidas. En la Vega de Liordes ha aparecido una
flor endémica, causa por la que nos prohibieron pasar la carrera por esa Vega.
Os adjunto una foto por dónde hubiera transcurrido la carrera.
Si os
fijáis, hay una senda perfectamente marcada que pasa al lado de la cabaña. Me
imagino que el Parque debe pensar que los corredores van cogidos de la mano,
abiertos en abanico y tarareando la banda sonora de My Fair Lady, en vez de ir
por la senda. Pero, ¿sabéis donde está la flor de marras?. Pues quinientos
metros más a la derecha de la cabaña. Os adjunto otra foto, porque esto puede
ser más divertido.
Para conservar la flor han vallado la zona en dos sitios.
Uno, bueno, no está mal, pero el otro, el de la foto, como véis está justamente
debajo del cono de deyección de la pala de la Torre de Pedabejo (en el centro de la foto).
Vamos a apostar. ¿Cuánto tiempo creéis que durará la valla antes que se la
lleve por delante un alud?: un año, dos,…Y, ojo, la valla está puesta en una
zona fanganosa, que como se enganche una vaca o un caballo y tire de ella, pues
adiós valla. Pero es que, además, no lo entiendo, si la dichosa florecita lleva
ahí años y no ha desaparecido, ¿para qué coños la vallan?
La vida
está llena de ejemplos, y esta sociedad nunca tiene por hijos de buena madre a
quienes destierran de su propio hogar a sus padres, ignorando siquiera que han
existido; que existen y que, le pese a quien le pese, seguirán existiendo,
mientras el cielo sea azul y altas las montañas.
En
los últimos tiempos, mi pueblo espiritual ha escuchado decir verdad sobre
“dominguero malo”, y en silencio ha seguido fumando la gran pipa, mientras
levantaba sus tiendas, una y otra vez, para retroceder hasta otros territorios;
y lo ha hecho con comprensión, porque nadie respeta más a los bisontes, que
quienes alimentamos nuestro espíritu con su sola contemplación, pero estos
“protectores ambientales” quieren más. ¡Lo quieren todo!, hasta convertir
nuestra esencia indomable, en la mansedumbre de un ganado de borregos. ¡Qué
ciegos están! Pues prohibir es, para un montañero (del tipo que sea),
proponerle su próximo objetivo. Así, que “la cagaste Burlancaster”.
Llegó la hora de que mi pueblo diga ¡Basta! y responda apagando la gran pipa y
gritando al viento desde todas las atalayas rocosas.
Desde los “Arapahoes del senderismo” a los “Apaches de las Rocosas”, ¡Todos!,
“Botas Negras”, “Pies Cortos” o “Garras Trepadoras”, ¡Uníos! “Tribus de las
Montañas”. Es hora de que se escuchen, alto y claro, a los “Recio Amanecer”,
los “Nube Azul”, los “Nieve Pura” y los “Lluvia en el Rostro”, y que nuestras
voces se escuchen desde los valles grises, hasta los bosques judiciales y las
ciénagas políticas, para que reine la justicia y la verdad, de este espíritu
hoy oprimido, que sólo pretende dejar a sus hijos el legado más preciado que
conoce, nacido desde la profundidad del respeto y la libertad de las montañas.
Seguramente cuando también logren arrinconar nuestro espíritu aventurero en
reservas y corralitos mugrientos bien organizados, estos agrisados, nos
venderán la aventura, el amor a la montaña y el respeto a todo lo que es vida,
desde detrás de mostradores con folletos a todo color; eso sí, impresos en
papel reciclado.
Ya estamos viendo cómo se sanciona y se quiere alejar de los
territorios, que siempre han sido suyos, a los cuatro chalados y sus viejas
pero libres mochilas mientras, por el horizonte, carretas de nuevos colonos en
caravanas de Trekking, perfectamente organizadas, tendrán vía libre con el
beneplácito del guarda forestal reducido a un recoge-permisos. Es ahora el
pacifico grito de guerra, frente a la actual administración medioambiental,
cada vez que se intente acobardar a algún montañero.
¡Levantaos Tribus montañeras! El General “Miler” al frente del “séptimo de
caballería” con sus oficiales y sus acólitos forestales, viene armando mucha
polvareda por los territorios de nuestros antepasados, pero si hemos de caer,
pido a Manitú que sean certeras nuestras flechas envenenadas para que arrojen
también de sus poltronas a los caciques principales, aquellos que no se ganen
el sueldo, que con el sudor de nuestro pueblo se les paga.
¡Levantad hermanos!, pues todo esto ya está pasando, o moriremos pronto al más
puro estilo de “Wounded Knee”; eso sí, en silenciosa matanza que nadie sabrá
como hubo comenzado, a orillas de una gran mesa de despacho y de manos de algún
General “Forsyt” de pacotilla, que volvió a tomar mal el encargo del General
“Miler” de turno.
Como
esta desgarrada piel de toro ya no aguanta a más “Generales”, yo no sé qué vais
a hacer vosotros, hermanos de horizontes infinitos, pero yo no puedo evitar ser
un “Sioux” en el tema montañero, y lo tengo muy claro. Ya he desenterrado mi
pluma de la guerra. ¡O se respeta a mi pueblo, o muero luchando!
Cuando los tambores de guerra, revientan ecos por el horizonte, debéis saber
que la rendición no existe en el argot de un montañero. Los sables y las hachas
están en alto, pero en la llanura aguarda un encuentro, y si de verdad traéis
la pipa de la paz, fumaremos.
El último botas negras
¡¡Bravo!! Amén.
ResponderEliminarComo siempre fenomenal artículo. Aquí tienes otro arapahoe preparado para la lucha.
ResponderEliminarAqui tienes otro Sioux que se apunta a la lucha
ResponderEliminarMuy bueno.
ResponderEliminarÁnimo Salva...adelante con tu lucha, pero que no te queme!
ResponderEliminarUn abrazo y cuenta conmigo! Un Pies Negros ;-)
la burrocracia es una lacra animo de un Mohicano!!!
ResponderEliminarNo suelo leer textos tan largos en internet, pero este ha sido un placer leerlo.
ResponderEliminarno se puede aguantar mas... necesitamos esta esencia
ResponderEliminarHas estado brillante gran jefe!
ResponderEliminarJau. Tu ser "Cuervo Ingenuo". Yo ser "Ojo Trueno" y poner también pinturas de guerra.
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