2 ago 2011

ANETO ULTRA TRAIL 2011

ULTRA TRAIL ANETO

El 30 de Julio se celebró el Ultra Trail del Aneto (conjuntamente con otras dos pruebas: las dos caras del Aneto y la Maratón del Aneto). Una ultra por montaña de casi 100 km que rodea el macizo de la Maladeta, con el Aneto incluído. Algo más de mil corredores, entre las tres pruebas, nos citamos en Benasque.

La previsión meteorológica era un poco imprecisa. Hasta entonces había hecho bastante mal tiempo, pero parecía que este fin de semana nos podía dar un respiro. Al final, incluso nos hizo calor.

La carrera es en autosuficiencia absoluta. No hay avituallamientos, ni tan siquiera de agua, por lo que tienes avituallarte por ti mismo, tanto de la comida como del agua. Sólo puedes llevar una bolsa al control de Vielha con lo que puedas necesitar. La ventaja es que agua la encontramos continuamente de la multitud de arroyos y fuentes que hay por el camino. La organización obliga a llevar material obligatorio, tanto de comida como de ropa, por si la meteorología cambia y te pilla algún “marrón” por el camino. No es agradable encontrarse con una tormenta a 2.500m de altura y era una posibilidad.

La salida de la Ultra era a las 8 de la mañana. Allí estábamos poco más de 250 participantes. Yo venía un poco quemado por el abandono que tuve que hacer en Andorra. Lo pasé fatal y no pude dormir en dos días del disgusto. Y quería resarcirme: correr o morir, como dice Kilian. Aún así hay que seguir con la cabeza fría en este tipo de pruebas. El batacazo puede ser de escándalo.

Y salimos de Benasque, al principio, por una pista, durante unos 7 km hasta llegar al primer control: Senarta. Aquí cogemos un desvío que sigue el GR-11 a través de una gran pista. Solamente tomamos un atajo al principio, para evitar una inmensa curva de la pista y luego continuar por el GR 11, por la pista de Vallibierna hasta llegar de nuevo a otro control: Coronas. Excepto los primeros 7 km que son prácticamente llanos, desde el desvío hasta aquí es una continua subida, que se puede hacer corriendo, excepto el atajo. Al principio íbamos un pequeño grupo de 6 corredores que se fue estirando poco a poco y a este control llegamos juntos Manuel Merillas, una joven promesa con un gran futuro (20 años), y que además es de León, como yo.

Una vez pasado este control desaparece la pista y entramos ya en terreno montañero. Ahora seguimos por una senda pedregosa con continuas subidas y bajadas, pero casi siempre en ascenso. La senda se va transformando en algunas ocasiones en pradería hasta comenzar a subir por un auténtico pedrero que nos lleva al control de Ballibierna (2.732m). Seguimos juntos Manuel Merillas y yo, aunque detrás vienen de cerca apretando. Desde este collado comienza una ligera bajada, en un principio por un pedrero, que poco a poco se va transformando en senda, pero que hay andar con cuidado donde se ponen los pies. Pero el recorrido es bastante entretenido y ameno para correr. Corremos al lado del lago Llauset que nos lleva al siguiente control: Llauset. Y empieza la fiesta. Una primera subida no muy larga, pero dura nos lleva a la collada de Anglos (2.438m) para comenzar a bajar por otra senda de piedras sueltas que nos lleva a los lagos de Anglos y al refugio del mismo nombre, y donde el terreno se ha vuelto llano y verde por unos momentos, justo para relajarnos un poquito antes de comenzar la, probablemente, bajada más dura y técnica de la carrera. Una senda retorcida e irregular con fuertes desniveles, en los que, a veces, era conveniente agarrarse a algún árbol. Una vez llegados al fondo del valle, la senda transcurre por un precioso bosque, muy corrible, aunque el terreno sigue siendo irregular.

Continuamos por el GR 11 hasta llegar al pantano de Senet (lugar donde me perdí el año pasado más de una hora, pero que este año estaba seguro no ocurriría, al menos aquí). Subimos un pequeño tramo por la carretera para luego coger un desvío a la derecha y seguir una pista que nos lleva al siguiente control: Conangles. Continuamos juntos Manuel y yo, buscando agua fresca en todas la fuentes y arroyos, pues hace calor. Hasta ahora íbamos bien, normalmente yo delante pues conocía el terreno. Y en una parada para coger agua, se puso Manuel delante. La verdad es que era igual, pues al ir juntos teníamos menos problemas de perdernos. Pero poco después de pasar este último control, en una bifurcación Manuel giró a la derecha pues había pintura roja y blanca. Yo iba detrás y, la verdad, es que sólo le veía los pies, pero al levantar la cabeza me di cuenta que ese no era el camino correcto. Se lo dije a Manuel, pero aún así seguimos un poco más y, definitivamente, pude asegurarme que esa no era la senda correcta. Le preguntamos a dos montañeros que vimos y efectivamente, confirmaron mis sospechas. Dimos la vuelta por la pista que iba por encima de la senda, pues yo sabía que teníamos que retomar la pista. Y así fue. No perdimos mucho tiempo, quizás unos diez minutos, pero fue lo justo para que el tercero se acercara bastante a nosotros. Continuamos por la pista para, poco después, en un giro de noventa grados, empezar otra dura subida, en un principio por un bosque, luego por pasto de alta montaña y finalmente roca y piedra, hacia el puerto de Vielha(2.448m), donde estaba el siguiente control. Y comienza otra larga bajada, la primera parte por la clásica senda de piedra suelta y descompuesta, que puede darte un disgusto como tengas una mala pisada. Después vuelve de nuevo la senda por praderías y pastos de alta montaña hasta finalmente coger una pista, que también hay que cortar por otra senda, que nos llevará a otra pista hormigonada que es lo que te hace saber que estás llegando a la civilización. Y así llegamos juntos a Vielha donde estaba el control en el cual habíamos dejado la bosla que nos permitía la organización. Hasta aquí, creo recordar, habíamos empleado seis horas y cuarto. Paramos un poquito a beber y comer algo y justo, cuando íbamos a salir llega el tercer corredor: Oscar Pérez, otro de los grandes (segundo en Andorra).
Ahora hacía bastante calor y humedad. Sudábamos como patos. Y para más inri, comenzaba otra eterna subida. Procuraba beber a menudo, no mucho, pero si frecuentemente. No suelo comer mucho en estas carreras, pero intento beber, especialmente si hay humedad. No estoy acostumbrado a estos ambientes húmedos e intento evitar problemas mayores, y aún así llegan… Esta parte del recorrido estaba marcada, pues era fácil despistarse (aún así siempre se pierde alguien). Bueno seguimos subiendo, meto la cabeza en el agua y sigo subiendo. Hacia la mitad de la subida me doy cuenta que voy sólo. Manuel se ha quedado. Al principio no sé cual ha podido ser el motivo (luego ya me enteré que le vino el hombre del mazo). Esta subida va cortando una carretera. Luego se suaviza un poco e incluso llanea. Paso al lado de dos cabañas y llego a un pequeño collado (donde también estuve “desorientado” el año pasado), pero este año estaba muy bien trazada la senda y no había ningún problema de pérdida. Continúo por la senda y llego al siguiente control situado en una cabaña: Gèles.
Toda esta parte del recorrido es con pequeñas subidas y bajadas, muy asequibles para correr. Después de pasar este control y tras una pequeña subida por una senda herbosa, comienza una bajada a través de una senda en medio de un bosque con un fortísimo desnivel que hace temblar los cuádriceps. Es increíble, pero cuando estás subiendo, tienes ganas de bajar, y cuando estás bajando, tienes ganas de subir,…y otras veces llegar a un terreno llano para recuperar. Y llego al terreno llano. Otra pista que me lleva a, quizás la parte menos deseada de todo corredor de montaña, el asfalto. Una carretera en continua subida durante unos cinco kilómetros. No tengo ni idea de dónde viene el segundo, ni tan siquiera quien puede ser, aunque sospecho que sea ya Oscar, pues está muy fuerte. Por fin se acaba la carretera y aquí se encuentra el próximo control: Artiga de Lin.
Y continúa la subida, aunque ahora es por medio del bosque, y por una senda embarrada hasta que llegas a un pequeño cruce, donde a más de uno le puede dar un disgusto (si no llevas GPS, claro), pues la senda continúa de frente, pero hay unos jitos a la izquierda, que te indican que debes girar ahí y dejar la senda principal. Además esta subida es horrorosa. Pues no parece una senda “normal” ya que es un barrizal, con mucha agua y parece más un camino de vacas que una senda. Pero poco a poco va apareciendo la senda, que además se vuelve llana, pero sólo lo justo para darte un disgusto cuando miras hacia delante y ves lo que te queda por subir. Como consuelo puedes pensar que es ya la última subida(al menos de las consideradas duras) y que a partir de ahí es ya todo para abajo. Pero hay que subir primero.

Además empiezan a aparecer nubes y parece que algo de niebla, pero por suerte son nubes que vienen y van. Y por fin llegas al Puerto de la Picada(2.477m). Y aquí me encuentro con muchos de los corredores que participar en las otras pruebas, por lo que esta parte del recorrido se hace más amena, aunque también con algún inconveniente, pues a veces, los adelantamientos no son fáciles en una senda donde se cruza tanta gente. Pero estoy bajando bastante bien, hasta que de pronto el primer disgusto, calambres en los gemelos. Joer es la primera vez que me pasa esto. Pero para lo que me queda no estaba dispuesto a pararme. Y cada vez que agilizaba el ritmo, otra vez calambres. Bueno, esto era cuestión de cabezonería. No estaba dispuesto a pararme aunque me temblaran los pies. Ya se pasarán, pensé. Menos mal, que llegué pronto a terreno llano y la situación se normalizó y pude seguir corriendo más cómodo y llegar al control de Vado.
Desde aquí, tras unos metros de carretera, empieza una pequeña subida por una senda que nos lleva al siguiente control: Baños. Hasta ahora iba bien, pero tras la bajada por la carretera y donde comienza la pista, las fuerzas se empezaron a notar. Ya no tenía la chispa de hace un rato. Y en algunos toboganes tenía que andar. También es verdad que desde La Picada, no había comido nada y bebido muy poco y eso se paga. Pero también es cierto, que para lo poco que me quedaba no iba a terminar andando y en esos momentos sacas fuerzas de cualquier sitio. Además había llegado al último control, que coincidía con el primero: Senarta y desde aquí sólo me quedaban siete kilómetros para llegar a meta. Sólo era cuestión de aguantar y sufrir media hora más. Y cuando ves Benasque desaparece el dolor, el sufrimiento y la angustia porque entonces sabes que lo has hecho. Y llegas a meta. Y todo se transforma en satisfacción, placer y alegría. Y miras el crono: 12 horas 2 minutos. Ni te lo crees. No vas con la intención de bajar records, ni tan siquiera de ganar, pero cuando te comentan como puedes bajar el anterior record en más de una hora y diez minutos, pues la realidad es que es simple: te ha salido bien. Lo mismo que te había podido salir mal.

Casi veinte minutos después llega Oscar Pérez y cincuenta minutos más tarde Manuel Merillas. Un pódium singular: un veterano, un senior y un junior.

Y esto es todo. Una carrera más, una experiencia más y dentro de cinco días me iré, con Oscar Pérez, a Ucrania, a la Transcarpathian Hiking Road. Si es que donde tienes tus mayores “enemigos” tienes a tus mayores amigos.

12 comentarios:

  1. Salva, esta claro, si no te pierdes eres casi imbatible, enhorabuena por esa carrera corrida con cabez y que te ha hecho "vengarte" del año pasado. Como bien dices después de lo de Andorra al menos te ha servido para quedarte tranquilo contigo mismo por aquel abandono.

    Me cruce contigo varias veces por Benasque, y estuve a punto de saludarte, pero no creo que me recordases de aquella cena antes de la Marato i Mitja, junto a Cañoroto en el 2009. Un abrazo y sigue deleitando a la afición, y sobre todo mantén la misma "cabeza" en la Transcarpathian.

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  2. Enhorabuena Salva, una vez más, estás que te sales. ¿Qué pasó en Andorra? ¿Pajarraco mayúsculo?

    Anda que no te buscas carreras raras, macho. Que se dé bien.
    s

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  3. Hola Salva … impresionante, acabo de terminar de leerlo, mi enhorabuena, me quedo con dos frases:
    1-La realidad es simple te ha salido bien como te podía haber salido mal.
    2-Donde tienes a tus mayores “enemigos” (entrecomillas) tienes a tus mayores amigos.
    Geniales ambas y para mi dicen mucho sobre ti … Mucha suerte en Ucrania … miedo me da buscar en el google como es …

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  4. Enhorabuena Salva, otro triunfo mas pal bote.Mucha suerte en la Transcarpathian Hiking Road.

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  5. muy bonito relato !!! parece que estabamos hay !!! si señor. El otro dia me cruce con vos, en el catoute, cerca de las lagunas. un abrazo

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  6. enhorabuena salva
    eres un ejemplo a seguir
    suerte en ucrania

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  7. Me identifico con la frase de que cuando subes quieres bajar y sorprendentemente cuando bajas quieres subir. Me sacaste 15 horetas de nada. Eres un tremendo crack.

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  8. Enhorabuena Salva, eres una màquina sin duda...
    carrera corrida con cabeza i felicidades también por tu relato.Aunque cabe decir que a mi si que me vino el hombre del mazo en las dos caras del Aneto i acabo conmigo! Pero me lo veia a venir, después de estar "galopando" en Andorra.
    Saludos.

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  9. Hola Salva, enhorabuena. Nos cruzamos en el puerto de la Picada (yo iba haciendo el maratón, mi primer maratón), estaba llegando arriba mientras tu empezabas el descenso y lo que más me sorprendió es con la energía y la velocidad con la que estabas descendiendo después de más de 70km y 5000m de desnivel. Más tarde me crucé con Oscar mientras descansaba y comía algo en el puerto y tras el control del vado me pasó Manuel. Qué tres, de "mayor" quiero ser como vosotros...

    Enhorabuena campeón, y suerte en tu próximo reto...

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  11. Ya te felicité en tu blog, y aquí también, ERES EL MEJOR, ILUSTRE SALVA!

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  12. En tu muro de Facebook, quería decir

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