1 sept 2014

EL ULTIMO BOTAS NEGRAS

¡Levantad, Tribus montañeras! Regresa el último Botas Negras

Dedicado, sin acritud, a las personas, organismos y gestores de Medio Ambiente.
     "Esto es una versión personalizada de un buen artículo recibido hace un tiempo"

            ¡Jaou! Hoy os hablo a vosotros, protectores del medio. Mi palabra busca el corazón gris que mis ojos ven en vuestra alma. Mi piel, curtida por mil montañas, cuenta por muchas lunas los reflejos plateados en mis sienes, al igual que la escarcha sobre el romero al despuntar la mañana. Mis ojos han visto nacer el esperado día en campos primaverales y también en los oscuros balcones rocosos donde el águila anida. Como el oso, hiberné bajo el alto manto nivoso y aguardé en silencio al brillante astro que calienta el día, buscando el regreso a la vida. Mi sangre, generosa, ha pintado durante muchos lustros la Cordillera Cantábrica, hasta teñirla roja. Tantas han sido las pieles rotas que otrora cubrieron mis pies, que mis fuerzas ya vienen a menos, mientras mis otoños aumentan. Entenderás, que no me asusten vuestras “amenazas”.
            Pero hoy mi corazón está triste. Mi espíritu forjado en nobles luchas, se siente acosado por un “séptimo de caballería” que no respeta más ideas que el vil metal y el “sí bwana”. Hace unos años se puso en contacto conmigo un alcalde de una comarca leonesa, Valdeón, para intentar dinamizar la zona de un valle que se muere. ¡Ya sabes! Es esa historia del sustento, la casa, los hijos (quien los tenga)... y para colmo el paro (para quien, por desgracia, lo padezca). ¡En fin! no me quejo, pues aun así, “Manitú” me ha permitido sentir la nobleza rocosa, y acariciar algodones sobre el azul de las alturas a lo largo y ancho de sus vastos dominios.
Aún así, el año pasado, en compañía de un par de amigos, decidimos aportar nuestro granito de arena. Y sumándonos a esta moda de correr por el monte nos aventuramos a organizar una nueva prueba en este hermoso valle rodeado de espectaculares montañas como son los Picos de Europa.
Organizar una carrera...en un Parque Nacional…ya os podéis imaginar la burocracia y las trabas que eso supone…pelar con el “Gran Jefe Blanco”. Pero después de luchas y peleas y, nunca mejor dicho, a la carrera, lo conseguimos y resultó ser un éxito rotundo totalmente inesperado que superó todas nuestras expectativas (Cero basura en todo el recorrido, ejemplar)
            Señores legisladores, gestores y políticos, distingan a quienes respetamos la naturaleza de los que no lo hacen. Que se llame “guarros“, a los que convierten en un basurero el lugar donde han comido, o “pirómanos criminales” a los salvajes incendiarios. O, acuñemos nuevas definiciones como “dominguarros”. Os aseguro que LOS MONTAÑEROS (EN TODAS SUS ESPECIALIDADES), que tenemos cuidado con nuestro entorno, nunca nos sentiremos aludidos.
Pero a lo que voy. Este año, después del éxito del anterior, decidimos hacer algunos cambios. Vaya por delante, que a pesar de ampliar el cupo de corredores a 250 (frente a los 150 del año pasado), nuestra sorpresa fue que en menos de 24 horas se cubrieron todas las plazas. También decidimos cambiar un poco (muy poco) el recorrido por diversas razones. Cambiamos la salida, subiendo un camino para enlazar a una senda y bajar de nuevo al camino (total: 1km más aprox.). El motivo era estirar el grupo antes de entrar en la rienda de Asotín, pues es un paso estrecho, tallado en roca y con fuerte caída a la derecha. Y cambiamos los últimos cinco kilómetros porque iban todos por una pista y para no hacerlo tan monótono la intercalamos con subidas y bajadas por sendas ya existentes. Todo iba perfectamente…hasta que el Parque se enteró y la respuesta fue tajante: ni hablar, totalmente prohibido; no se puede salir de la pista y eso de 250 corredores, ya veremos…
Y tú te quedas alucinando en colores. El “Gran Jefe Blanco” ha hablado. ¿Con quién coño lo habrá consultado? O es que esa noche su mujer no le dejó…(o su marido, que no sé si es Jefe o Jefa).
Pero, ojo, no creáis que la cosa acaba aquí. Vamos a seguir alucinando. Resulta que en el Parque Nacional se hacen, calculadas a ojo, otras ocho carreras (sin contar las de esquí de travesía), algunas con un cupo de cuatrocientos corredores, más otros cuatrocientos, porque hacen dos el mismo fin de semana, una larga y otra corta. Pero es que además pasan por sendas (y sin sendas) por el mismo corazón de Picos (y ojo, no me refiero sólo a la Travesera). Pero ahora viene lo bueno y lo que está empezando a levantar unas sospechas, que yo, hasta ahora, creía infundadas, pero que me están mosqueando y empezando a pensar mal. Resulta que todas, TODAS, esas carreras se hacen en Asturias y en Cantabria. En León, SOLO tenemos una, sólo una. A ver si no me he enterado y resulta que hay tres parques nacionales en Picos de Europa y se aplican diferentes leyes y criterios. Porque vamos a hacer un poco de memoria: la subida de Sotres a Pandébano por pista de tierra está siendo utilizada por todo tipo de vehículos sin ningún tipo de prohibición, la pista de Espinama,…. Pero intenta subir del puerto de Pandetrave a Remoña por la pista: multazo al canto, hasta el año pasado, porque parece que este año ya lo han permitido, pero hasta este año ni hablar. Yo no opino si se debería o no se debería, yo digo que si se permite en unas provincias y en otras no (todas incluidas en el mismo Parque), pues no lo entiendo.
Y aún hay más. Pedimos el permiso al Parque para realizar la prueba el mes de marzo (sí, sí como lo oís, en marzo) y sabéis cuando nos lo concedieron…tres días antes de la carrera, es decir, el 27 de agosto. Y resulta que te enteras que en otras carreras por el Parque en poco más de un mes lo tienen concedido.
Sigamos, que aún hay más. ¿Habéis visitado Cangas y los pueblos de alrededor, y los que suben a Covadonga? ¿Y el concejo de Cabrales? ¿Y de Potes a Fuente Dé y todo el valle de Liébana? Impresiona verdad. La cantidad de establecimientos, comercios, ofertas de actividades culturales, gastronómicas y deportivas que tiene, incluidos los pequeños pueblos (y como están de cuidados y embellecidos estos pueblos!!!). Y los accesos, la carretera que los une. Vamos, que te permite circular con facilidad.
Y ahora vamos al valle de Valdeón. ¡¡¡Cielos, me ha cambiado de repente el semblante!!!. El “Gran Jefe” se ha olvidado de nosotros. O quizás somos nosotros los que lo permitimos. De Posada a Caín solo pueden circular un coche y una bicicleta y en algunos tramos ni eso. Hace unos días me comentaron que una persona pidió un permiso para una actividad (no recuerdo ahora exactamente que tipo, pero puedo preguntarlo de nuevo) y tardaron en dárselo…siete años (sí, como lo oís, siete años). Intentas aportar algo al valle y todo son trabas. Habrá alguna “Mano Negra” detrás que no quiera que esto resucite.
Y piensas: "a ver, si se crean infraestructuras por León, el turismo nacional entraría mayoritariamente por León, pues es lógico que utilicen el camino más corto y rápido,  y claro, eso restaría negocio a lo ya establecido, así que piensas que esto no es más que política barata e intereses rastreros"
Este “botas negras” ha recorrido más de setenta países, he recorrido sus montañas y valles y os puedo asegurar, que en ningún sitio, absolutamente en ninguno he visto lo que he visto aquí. Acabo de llegar de Canadá. Hice más de 260 km de la Apalachian Trail y sendas adyacentes. Todo perfectamente marcado. Y os aseguro que hay tramos difíciles y duros. En todo el recorrido no encontré ni un solo papel, ni una botella, ni nada en el suelo. Había tramos con cientos y cientos de montañeros o senderistas y otros donde no había absolutamente nadie. Hablé con el director del Parque Nacional y allí permiten pruebas con cientos de deportistas y hay especies protegidas y peligrosas (es que me viene a la cabeza de una prueba aquí con osos y no puedo evitar la risa floja, será que los osos españoles son gays (con todos mis respetos, comentario en tono jocoso con guardas de Canadá).

            La actual aplicación de la Ley es negativa, pues lo que parecía bueno no lo está siendo, por causa de una nefasta actuación medioambiental creando un parque que, DESPUES DE TANTOS AÑOS sigue sin normas con sentido común y sin el necesario Consejo de Participación donde, por Ley, tenemos una voz que se nos está robando, para seguir “campando a las anchas”. ¿Cuánto tiempo más, hace falta para que la Consejería empiece a trabajar ¡de una maldita vez!? (Disculpen, este indio ya estar cabreado), y dejéis de prohibir, cuando olvidáis educar, para luego meter en el mismo saco de las restricciones a todos (menos a los que van armados y tienen llaves), sin tener en cuenta que los que practicamos deportes en contacto con la naturaleza, ya estábamos aquí cuidando de ella, ¡sin aspavientos!; respetándola y amándola, mucho antes que vuestras leyes y sus prevaricadoras aplicaciones vinieran. Unas leyes que se me antojan sentenciadas bajo la influencia de desmemoriados movimientos ecologistas, más o menos chillones, panfletarios y politizados que no tuvieron en cuenta, que en cuestiones de respeto a la montaña, mi “tribu montañera”, lo quieran o no, somos sus padres, metafórica y filosóficamente hablando, a la vez que personalmente actuando.
            Y he aquí... que ahora el padre no puede deambular libremente por los territorios que desde hace más de medio siglo son su propia casa, antes incluso de existir ICONA o sucedáneos. ¡Qué curioso! Los que defienden el hábitat natural y no natural de todas las especies vivientes, __que ya “manda huevos” __ cogen a los “Sioux de la Montaña”, pretenden cargarse su cultura con más de “tropecientos” años de historia, e intentan meterlos en sus “reservas”; eso sí, dotadas con banquitos y mesitas, papeleras, otras justificaciones presupuestarias y parrillas para cocinar, entre olores de basuras que sólo de tarde en tarde se retiran… ¡Qué bien, ¿No?! ¡Adiós al espíritu aventurero!, ¡Hasta nunca, fuego de campamento!, Adiós al sueño bajo la luz de las estrellas...
            Y... ¿Luego qué...? ¡”El sioux de las cumbres” ha muerto! ¡Vivan sus hijos “los Verdes”, los “escopeteros” y sus aliados”!... Ojalá consigan un mundo mejor, aunque lo dudo.
Pero esto no es todo amigos. Al Parque también le gusta invertir en causas perdidas. En la Vega de Liordes ha aparecido una flor endémica, causa por la que nos prohibieron pasar la carrera por esa Vega. Os adjunto una foto por dónde hubiera transcurrido la carrera.

 Si os fijáis, hay una senda perfectamente marcada que pasa al lado de la cabaña. Me imagino que el Parque debe pensar que los corredores van cogidos de la mano, abiertos en abanico y tarareando la banda sonora de My Fair Lady, en vez de ir por la senda. Pero, ¿sabéis donde está la flor de marras?. Pues quinientos metros más a la derecha de la cabaña. Os adjunto otra foto, porque esto puede ser más divertido.

 Para conservar la flor han vallado la zona en dos sitios. Uno, bueno, no está mal, pero el otro, el de la foto, como véis está justamente debajo del cono de deyección de la pala de la Torre de Pedabejo (en el centro de la foto). Vamos a apostar. ¿Cuánto tiempo creéis que durará la valla antes que se la lleve por delante un alud?: un año, dos,…Y, ojo, la valla está puesta en una zona fanganosa, que como se enganche una vaca o un caballo y tire de ella, pues adiós valla. Pero es que, además, no lo entiendo, si la dichosa florecita lleva ahí años y no ha desaparecido, ¿para qué coños la vallan?
La vida está llena de ejemplos, y esta sociedad nunca tiene por hijos de buena madre a quienes destierran de su propio hogar a sus padres, ignorando siquiera que han existido; que existen y que, le pese a quien le pese, seguirán existiendo, mientras el cielo sea azul y altas las montañas.
            En los últimos tiempos, mi pueblo espiritual ha escuchado decir verdad sobre “dominguero malo”, y en silencio ha seguido fumando la gran pipa, mientras levantaba sus tiendas, una y otra vez, para retroceder hasta otros territorios; y lo ha hecho con comprensión, porque nadie respeta más a los bisontes, que quienes alimentamos nuestro espíritu con su sola contemplación, pero estos “protectores ambientales” quieren más. ¡Lo quieren todo!, hasta convertir nuestra esencia indomable, en la mansedumbre de un ganado de borregos. ¡Qué ciegos están! Pues prohibir es, para un montañero (del tipo que sea), proponerle su próximo objetivo. Así, que “la cagaste Burlancaster”.
            Llegó la hora de que mi pueblo diga ¡Basta! y responda apagando la gran pipa y gritando al viento desde todas las atalayas rocosas.
            Desde los “Arapahoes del senderismo” a los “Apaches de las Rocosas”, ¡Todos!, “Botas Negras”, “Pies Cortos” o “Garras Trepadoras”, ¡Uníos! “Tribus de las Montañas”. Es hora de que se escuchen, alto y claro, a los “Recio Amanecer”, los “Nube Azul”, los “Nieve Pura” y los “Lluvia en el Rostro”, y que nuestras voces se escuchen desde los valles grises, hasta los bosques judiciales y las ciénagas políticas, para que reine la justicia y la verdad, de este espíritu hoy oprimido, que sólo pretende dejar a sus hijos el legado más preciado que conoce, nacido desde la profundidad del respeto y la libertad de las montañas.
            Seguramente cuando también logren arrinconar nuestro espíritu aventurero en reservas y corralitos mugrientos bien organizados, estos agrisados, nos venderán la aventura, el amor a la montaña y el respeto a todo lo que es vida, desde detrás de mostradores con folletos a todo color; eso sí, impresos en papel reciclado.
            Ya estamos viendo cómo se sanciona y se quiere alejar de los territorios, que siempre han sido suyos, a los cuatro chalados y sus viejas pero libres mochilas mientras, por el horizonte, carretas de nuevos colonos en caravanas de Trekking, perfectamente organizadas, tendrán vía libre con el beneplácito del guarda forestal reducido a un recoge-permisos. Es ahora el pacifico grito de guerra, frente a la actual administración medioambiental, cada vez que se intente acobardar a algún montañero.
            ¡Levantaos Tribus montañeras! El General “Miler” al frente del “séptimo de caballería” con sus oficiales y sus acólitos forestales, viene armando mucha polvareda por los territorios de nuestros antepasados, pero si hemos de caer, pido a Manitú que sean certeras nuestras flechas envenenadas para que arrojen también de sus poltronas a los caciques principales, aquellos que no se ganen el sueldo, que con el sudor de nuestro pueblo se les paga.
            ¡Levantad hermanos!, pues todo esto ya está pasando, o moriremos pronto al más puro estilo de “Wounded Knee”; eso sí, en silenciosa matanza que nadie sabrá como hubo comenzado, a orillas de una gran mesa de despacho y de manos de algún General “Forsyt” de pacotilla, que volvió a tomar mal el encargo del General “Miler” de turno.
            Como esta desgarrada piel de toro ya no aguanta a más “Generales”, yo no sé qué vais a hacer vosotros, hermanos de horizontes infinitos, pero yo no puedo evitar ser un “Sioux” en el tema montañero, y lo tengo muy claro. Ya he desenterrado mi pluma de la guerra. ¡O se respeta a mi pueblo, o muero luchando!  
            Cuando los tambores de guerra, revientan ecos por el horizonte, debéis saber que la rendición no existe en el argot de un montañero. Los sables y las hachas están en alto, pero en la llanura aguarda un encuentro, y si de verdad traéis la pipa de la paz, fumaremos.  


El último botas negras

10 comentarios:

  1. Como siempre fenomenal artículo. Aquí tienes otro arapahoe preparado para la lucha.

    ResponderEliminar
  2. Aqui tienes otro Sioux que se apunta a la lucha

    ResponderEliminar
  3. Ánimo Salva...adelante con tu lucha, pero que no te queme!
    Un abrazo y cuenta conmigo! Un Pies Negros ;-)

    ResponderEliminar
  4. la burrocracia es una lacra animo de un Mohicano!!!

    ResponderEliminar
  5. No suelo leer textos tan largos en internet, pero este ha sido un placer leerlo.

    ResponderEliminar
  6. no se puede aguantar mas... necesitamos esta esencia

    ResponderEliminar
  7. Jau. Tu ser "Cuervo Ingenuo". Yo ser "Ojo Trueno" y poner también pinturas de guerra.

    ResponderEliminar